sábado, 30 de julio de 2005

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

La humanidad está terriblemente enferma con la lepra del pecado. Muchos de mis queridos hijos están cegados por el diablo. Reza, hijo mío, reza y dile a todos tus hermanos y hermanas que es la Madre de Dios quien pide oraciones por la conversión del mundo. Muchos de mis hijos son sordos a mis súplicas. ¡Cuántas espadas de dolor se clavan en mi Inmaculado Corazón, porque estos mismos hijos, por los que suplico misericordia ante Dios, me ultrajan sin cesar, despreciando las virtudes que adornan mi alma con burla y palabras sucias!

Hijo, Dios quiere reparaciones. Dile a mis hijos que hagan reparaciones al Señor, por estos pecados y ofensas dirigidas contra mí, la Madre del Señor, claman por la justicia de Dios. Dios ama a todos y desea que todos se salven. Estos son los tiempos en que los hombres quieren hacer desaparecer a esta Madre suya negando todas las gracias que Dios me ha concedido. Le pido a cada uno presente aquí: reza, ayuna, sacrifica más. Todavía es tiempo de evitar lo peor. Cambia tu vida y abre tu corazón de una vez por todas a Dios.