sábado, 24 de mayo de 1997

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Ciliverghe, Italia

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, soy la madre de Dios y la ayuda de los cristianos.

Les pido a cada uno de ustedes aquí esta noche que se conviertan sinceramente al Señor. Entreguen sus corazones a Jesús. Pidan al Señor que moldee sus corazones y sus vidas. Soy la Reina de los Corazones. Tengan amor por la palabra de Dios. Lean las Sagradas Escrituras todos los días. Obedezcan a la Santa Iglesia y a su representante, el Papa Juan Pablo II. Oren mucho por él. ¡Sufre tanto! No sean hijos desobedientes para el Santo Padre, sino escúchenlo con amor y afecto.

Queridos hijos, conviértanse sin demora. El tiempo es muy corto. El castigo está a punto de caer sobre toda la humanidad. Yo, como madre de todos, vengo a ser el ancla de la salvación, que Dios les ofrece en estos últimos tiempos. A quien verdaderamente se consagre a Mí, lo llevaré al paraíso.

Queridos jóvenes, abandonen los pecados de impureza. Respeten sus cuerpos, pues son templos del Espíritu Santo. No ofendan al Señor, queridos jóvenes, con pecados graves. Sean puros. Sean muy puros en alma y cuerpo, porque la Santa Pureza es una de las virtudes que tanto agrada a Mi Inmaculado Corazón. Pidan a Jesús que los proteja y Él vendrá a rescatarlos. Vengo a ayudarles, queridos jóvenes. Vengo a ayudarles y guiarlos a su Salvador. Siempre pidan la intercesión de Don Bosco, el Santo y Patrón de la juventud, pídanle que los guíe, porque Dios lo dejó como modelo para la juventud y protector de todos los jóvenes.

Queridos hijos, soy la Reina de la paz. La paz es el tema de Mis Santos Mensajes. Pido por la paz en las familias. Construyan, queridos hijos, la paz en sus familias. Se necesitan muchas oraciones por la paz y por el fin de la guerra. La guerra viene de satanás, pero Dios, el todopoderoso es el Príncipe de la Paz y quiere concederles todas las gracias y Su Paz. Oren, oren, oren. Yo respondo a sus oraciones y peticiones y las llevo al cielo para presentárselas al Señor. Cuiden sus familias, protegiéndolas con la oración. Oren el rosario todos los días. Vivan la humildad. Sean pacientes y comprensivos con todos. Los bendigo a todos: en el Nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Nos vemos pronto!"