miércoles, 21 de mayo de 1997

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Ciliverghe, Italia

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz, la Madre de Dios y su Madre Celestial.

Recen, recen, recen. Recen el Rosario por todas las familias que están siendo destruidas por satanás. Deseo bendecir a todas las familias, a todas las parejas y a todos Mis hijos en todo el mundo.

Todos aquellos que tienen la intención de formar una familia a través del sacramento del matrimonio, traten de ser fieles al juramento que harán ante Mi hijo Jesús y todos aquellos que ya tienen una familia, vivan la fidelidad profundamente en sus hogares. Que cada padre y madre tengan un gran amor por sus hijos.

Yo soy la Reina de las familias. Les doy mi bendición maternal. Bonate, Bonate, ya no serán abandonados como lo fueron en el pasado. He aquí, vengo del cielo para pedir su santificación y respeto. Que todos los sacerdotes tengan una conciencia activa e intenten ver todo lo que he logrado en Bonate.

Queridos hijos, les doy paz, paz, paz. Lleven mi paz a todos los hombres. Los bendigo a todos: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

MENSAJE DE LA SAGRADA VIRGEN (El 22 O5 97, a Edson Glauber - Italia, en la mañana - Ghiaie de Bonate)

Nuestra Señora apareció con Jesús y San José. Los tres vestidos de blanco, mostrando sus Sagrados Corazones que dispersaban rayos de luz sobre las personas presentes. Nuestra Señora me dio este mensaje:

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, Yo soy la Santísima Virgen María que baja del cielo acompañada por Nuestro Señor Jesucristo y San José para bendecirlos, a todos ustedes. Recen, recen, recen. Profundicen su conversión diariamente. Este es un lugar bendecido por Dios. ¿Por qué Mis hijos aún no se han dado cuenta de esto? Tengan gran respeto en este lugar donde la Madre Celestial apareció con el Niño Jesús y San José. Recen, recen, recen. Conviértanse, los sacerdotes deben vivir fielmente la misión que recibieron de Mi hijo Jesús. Mis amados hijos deben ser muy santos. Todos los sacerdotes que podrían haber hecho algo por Bonate, pero no lo hicieron, omitiéndose, serán culpables. Porque no permitieron que miles de almas obtuvieran las gracias del Cielo para su salvación eterna.

Que todos los sacerdotes mediten sobre este mensaje que el Señor me permite darles hoy. A todos los reunidos aquí derramo mis gracias. Tengan gran amor por el Corazón castísimo de San José. Itapiranga ha venido a confirmar mis apariciones en Ghiaie de Bonate. Volveré pronto, alrededor de las veintiuna horas. Los bendigo a todos: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

Consuelen a mi hija Adelaide Roncalli, diciéndole que no he olvidado la promesa que le hice de que a la hora de su muerte vendré por ella.

Nuestra Señora me pidió que con mi lengua haga tres cruces en las escaleras de la Capilla, en reparación a la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, por la falta de respeto y la falta de fe de la gente en el lugar de la aparición.