Lunes, 27 de junio de 2005

San Tomás de Aquino dice: "Alabado sea Jesús."

"He venido para ayudarte a entender que el Amor Santo es el espejo que refleja el estado de tu alma. En este espejo se refleja la profundidad del Amor Santo en tu corazón junto con el reflejo de todas las demás virtudes--porque el amor es la luz que brilla a través de todas las virtudes. Es el amor propio el que nubla este espejo y no permite que el alma vea claramente la profundidad de la virtud en su corazón o sus errores y faltas."

"El Amor Santo es el espejo que todas las almas necesitan para mirar y ver su belleza interior, la cual revela cómo aparecen a los Ojos de Dios. Esta es la apariencia y belleza que necesita una atención cuidadosa--una atención continua."

"La profundidad de cada virtud en el alma se refleja en la profundidad del Amor Santo en el corazón; por ejemplo, el alma solo puede ser tan paciente como lo es de amor. Solo puede ser tan humilde como lo es de amor. Pretender lo contrario es virtud falsa, y no un reflejo del Amor Santo."

"Por eso el alma debe continuamente pesar y medir sus pensamientos, palabras y acciones en la balanza del Amor Santo. Solo entonces será una imagen más perfecta del Amor Santo para que todos la contemplen."