domingo, 5 de abril de 2015

Llamada Urgente de Jesús Buen Pastor al Mundo Católico.

¡Hijos Míos, Grandes Cambios Están A Punto De Suceder En Mi Iglesia!

Aleluya, Aleluya, Aleluya, El Señor ha resucitado.

Éste es el canto de victoria de todas mis criaturas en el Cielo y debe ser también el canto de todos los hombres de buena voluntad en este mundo.

He resucitado de nuevo en el corazón de mi pueblo fiel, para anunciar de nuevo la alegría de mi Vida Eterna.

Hijos míos, están a punto de producirse grandes cambios en mi Iglesia. Debéis rezar, rebaño mío, para que todos estos cambios sean conformes con mi doctrina y mi Evangelio.

Como Buen Pastor, quiero reunir en torno a mí a mis ovejas, a las que han perdido el camino y a las dispersas, para que, cuando vuelva, haya un solo pastor y un solo rebaño; es mi deseo que todo el mundo católico se una en oración con sus pastores y participe activamente en los nuevos cambios que quiero instituir en mi Iglesia. Quiero que haya un consenso general entre mis Pastores y mi Rebaño en todo lo que tenga que ver con las decisiones que se tomen en el próximo Sínodo.

Ovejas de mi Redil, desde ahora quiero que empecéis a rezar, ayunar y hacer penitencia, para que estos cambios que reformarán mi Iglesia se realicen de acuerdo con mi voluntad. Quiero también unificar a las Iglesias que mantienen una afinidad doctrinal con la Iglesia católica, para que cuando vuelva encuentre en mi redil un solo rebaño. Con este fin, he elegido al Papa Francisco, para que sea él quien una a mi rebaño disperso y traiga de nuevo a mi redil a mis ovejas perdidas. Os pido mucha oración por mi Vicario, para que las fuerzas del mal en el interior del Vaticano no impidan la renovación que quiero realizar en mi Iglesia.

Hay fuerzas oscuras en el interior de mi Iglesia que pretenden aprovechar esta reforma como medio para introducir la llamada «Teología de la Liberación», obra de mi adversario, que quiere destruir desde dentro los fundamentos de mi Iglesia. Clamad, pues, a mi Padre, con súplicas y oraciones, ayuno y penitencia, para que la doctrina con la que fundé mi Iglesia permanezca sólida junto con mi Evangelio, y para que las fuerzas del mal no puedan prevalecer contra Ella.

Apoya a mi Vicario y a mis Obispos fieles a mi doctrina y a mi evangelio, para que se mantengan firmes en las decisiones cruciales para el destino de mi Iglesia. El cisma está a punto de llegar, por eso son importantes vuestras oraciones, hijos míos; recordad que respeto vuestro libre albedrío y todo lo que llevo a término lo hago dependiendo de vuestra oración aquí en la tierra. Si rezáis, ayunáis y hacéis penitencia, por este cambio necesario en mi Iglesia, todo saldrá de acuerdo con mi voluntad; de lo contrario, los modernistas al servicio de mi adversario introducirán en mi Iglesia la Teología de la Liberación, que cambiará completamente mi doctrina y mi evangelio, y abrirá las puertas de mi Iglesia a mi adversario para que tome asiento en la Cátedra de Pedro y comience la persecución de mi Iglesia, la huida y el martirio de mi Vicario. Rebaño mío, preparaos pues con las armas espirituales que os he dado para estos tiempos finales; poneos la Armadura Espiritual debidamente engrasada con la oración; rezad el Rosario de mi Madre, de mi Preciosa Sangre y de mis llagas; la oración del Exorcismo de mi amado Miguel; y mantened una vigilia de oración, para que con mi Madre derrotemos a las fuerzas del mal dentro de mi Iglesia. Mi paz sea con todos vosotros.

Vuestro Maestro, Jesús, el Buen Pastor.

Da a conocer mis mensajes a toda la humanidad.