Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU

 

sábado, 14 de marzo de 2009

Sábado, 14 de marzo de 2009

 

Jesús dijo: “Mi gente, esta parábola del Hijo Pródigo es un hermoso retrato de Mi profundo amor y misericordia para cada pecador. Aunque hayan cometido cualquier pecado grave, Yo espero pacientemente a que vengan a Mí por el perdón. Además de buscar Mi perdón, deben estar listos para pedir perdón a cualquiera a quien hayan ofendido de alguna manera. Una vez que hayan reparado sus pecados, entonces estarán preparados para presentar su ofrenda a Mí en el altar en la Misa. También estén dispuestos a perdonar a otros cualquier injusticia que se les haya hecho, tal como el hijo mayor tuvo que aceptar el llamado de su padre a la paz y al perdón. Vean la gran generosidad del padre que perdonó a su hijo, e incluso celebró su regreso. Así también en el cielo todos los ángeles y santos se regocijan alabando a Dios por cada pecador que viene a la conversión y es sanado en su alma. Yo no solo limpio los pecados de su alma, sino que también inundo su alma con Mis abundantes gracias para que sean fortalecidos para resistir cualquier tentación futura del diablo. Aunque soy paciente y espero su decisión libre de buscar Mi perdón, debo advertirles cuán importante es, especialmente en pecado mortal, venir a que se les perdonen sus pecados en la Confesión frecuente. En pecado mortal su alma está espiritualmente muerta, e incluso su ángel guardián tiene dificultad para ayudarles a evitar más pecado. En este estado debilitado de pecado mortal, son mucho más vulnerables a futuros pecados mortales. Un alma pura confesada estará más protegida del pecado, razón por la cual la Confesión frecuente, al menos mensual, es necesaria para su salud espiritual. Los amo mucho y deseo que todas las almas vengan al cielo, pero cada alma necesita dar un paso adelante para que pueda recibirlos como el padre del hijo pródigo.”

Jesús dijo: “Mi gente, les he dado mensajes sobre lugares de Mis refugios, y una de esas condiciones sería que fuera un lugar donde Mi Santísima Madre haya dado Sus apariciones, o mensajes a una persona elegida. Otras dos condiciones son que la tierra debe ser consagrada a Mí por un sacerdote y que haya un lugar de agua de manantial milagrosa que sea clara para beber. El pozo en esta tierra puede tener que ser cavado más profundo para tener un almacenamiento de reserva para que se sedimenten las partículas. Mi Santísima Madre y Yo estamos verdaderamente bendiciendo la misión de Linny en esta tierra para llevar a cabo Mi Voluntad para ayudar a la gente durante la próxima tribulación. Ella recibirá instrucciones personales de lo que debe hacer en preparación para estos tiempos. Estoy confirmando su misión y necesitan orar por una continua discernimiento en este trabajo. Gracias por decir sí a su misión.”

Origen: ➥ www.johnleary.com

El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.