viernes, 19 de marzo de 2010

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy es la fiesta de San José. Un día de gracia y bendiciones para la Iglesia, para las familias y para el

mundo entero. ¿Quién podría imaginar cuánto haría Dios para salvar a la humanidad de la oscuridad de Satanás? ¿Quién podría pensar en la divina providencia concediéndonos un gran intercesor y protector en el cielo? San José pide y obtiene todo ante el Señor, cuando se presenta ante su Divino Trono. Él es uno de los santos, después de la Bienaventurada Virgen, que tiene libre acceso ante la Divina Majestad, rogando del Sagrado Corazón de Jesús todas las gracias y bendiciones para aquellos que recurren a su intercesión y protección. Hoy, cuán cerca se hace sentir San José a aquellos que lo aman y lo veneran dignamente. Hoy, antes de ir a dormir, me dijo:

Hoy es un día especial para la Iglesia y para el mundo. Hoy suplico por toda la humanidad las gracias más santas. Estoy intercediendo continuamente ante el Trono de mi Hijo Jesús por ustedes, por la Iglesia y por el mundo. Estoy concediendo una bendición y gracia especial para las familias, particularmente para las familias del Amazonas, donde mi Corazón Más Casto se ha revelado al mundo. *Hoy es el día en que dejé este mundo, entregando mi alma al Señor. Este día está lleno de las gracias más santas, porque Dios así lo ha querido y proclamado, que a través de mí los hombres puedan encontrar un camino seguro hacia la salvación y la conversión. Deseo conducir a todas las almas a Dios, y lo haré, si todos recurrirán a mi protección paternal, clamando por la ayuda de mi Corazón que ha amado a Jesús tanto en este mundo y lo ama para siempre en el cielo. No desperdicien las gracias del cielo. Hagan todo lo posible para ganarlas y recibirlas. Ahora, más que nunca, el Señor concede a la humanidad pecadora otra fuente de gracia y salvación: es mi Corazón Puro, Santo y Casto, Corazón lleno de su divino amor y paz. Vengan mis hijos, vengan a recibir las gracias del cielo. Prometo compartirlas todas con ustedes, porque deseo conducirlos a Jesús. Permítanme llevarlos a Jesús, y nunca se arrepentirán. Los amo y los bendigo: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

(*) San José me reveló que el día en que dejó este mundo, muriendo santamente en los brazos de Jesús y la Virgen María fue el 19 de marzo y que Dios desea y proclama este día como el día de las gracias más santas. San José me hizo entender que si la Iglesia y los fieles desean recordar el día de su santa muerte, que sea el 19 de marzo de cada año, y el día de su Asunción al cielo, reveló, como un acto de humildad, obediencia y amor hacia Dios, que se celebre el miércoles después de la fiesta de la Ascensión de Jesús. San José también me hizo entender que es Jesús quien le ha dado este honor de celebrar la fiesta de su Asunción el miércoles después de la fiesta de su gloriosa Ascensión al cielo y revelarlo a la Iglesia y al mundo, porque Jesús lo ama mucho y está muy agradecido por todo lo que San José ha hecho por él y por su Madre, María Santísima. En la devoción del Corazón a San José, siempre ha sido Dios quien primero ha pedido y promulgado su plena realización. La revelación de su Corazón al mundo fue el día del nacimiento de Jesús. La fiesta de su Corazón fue solicitada por Jesús en la fiesta de su Sagrado Corazón en el mes de junio de 1997. Esta devoción fue revelada a la gente de Amazonas por primera vez en un primer viernes del mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. La primera Iglesia en Manaus que acogió y honró el cuadro de los Tres Corazones Unidos fue la Iglesia del Niño Jesús en el barrio Armando Mendes. Y ahora Jesús pide la fiesta de la Asunción de San José el miércoles después de la fiesta de su gloriosa Ascensión al cielo. Así todo el mundo glorificará más a Dios por las glorias que ha concedido a San José y por tan excelente y gran Santo que está junto a Jesús y la Virgen María en la gloria del cielo en cuerpo y alma.