jueves, 18 de marzo de 2010

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Hoy, mientras estaba en la Iglesia de San Sebastián orando con algunos amigos, vi a Jesús sentado en un Trono muy hermoso, rodeado por muchos Ángeles. Nuestra Señora estaba de pie junto a Él. Jesús nos estaba mirando con Sus hermosos ojos. La mirada protectora de Jesús estaba iluminada por una luz indescribiblemente hermosa y nos protegió contra toda oscuridad, todo mal y peligros. Entendí cuán protectora y escudera es la mirada de Jesús contra las trampas y redes del Diablo. ¿Quién podría ser más fuerte que esta mirada protectora? Nadie. No habrá nada más poderoso que esta mirada santa y pura. Ante ella toda oscuridad se disipa y solo permanece la luz, porque para los ojos divinos nunca habrá oscuridad, porque la oscuridad cesa de existir donde son dirigidos y vistos. La Virgen se acercó al lugar donde yo flotaba en el aire majestuosamente y bendiciéndome a mí y a mis amigos dijo:

Si quieres pertenecer a todo Dios y hacer Su Santísima Voluntad debes entregarte todo a Él y todo tu ser para ser perfecto. Debes no tener contigo nada más que el gran deseo de amarlo profundamente. No sabes cuántas almas han sido salvadas a través de tus oraciones, y cuántas se han convertido al Señor en este momento.