dimanche 15 décembre 2013

Mensaje Del Divino Espíritu Santo - 177ª Clase De La Escuela De Santidad Y Amor De Nuestra Señora - En Vivo

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Jacareí, 15 de Diciembre de 2013

177ª Clase de la Escuela de Santidad y Amor de Nuestra Señora

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Mensaje Del Divino Espíritu Santo

(Marcos): "Oh, Señor mío y Dios mío, dulce esposo de mi alma, cuánto tiempo he deseado volver a verte. Espíritu Santo, ¡Esposo mío, dulce huésped de mi corazón, mi vida, mi alegría, mi amor! Sí".

(Espíritu Santo): "Mis ciudadelas, Mis ciudades santas, Mis almas elegidas. Yo, el Espíritu de Amor, os he reunido aquí y os he traído por medio de María Inmaculada, para colmar vuestras almas de Mi Amor y de Mi Gracia en estas Apariciones, donde Me derramo con toda la profusión de Mis Dones y de Mi Amor.

Por medio de Mi castísima Esposa, la Inmaculada Concepción, en quien engendré al Verbo de Dios, vuestro Redentor y Salvador, estoy Aquí para realizar en vosotros resonantes y grandes conversiones.

Es, pues, la hora de tu sí, la hora de tu decisión. Entregaos a Mi Amor y dejaos conducir y guiar por Mí por el camino de santidad que os he señalado aquí a través de María Inmaculada, de los Ángeles y de los Santos.

Sois Mis ciudades santas, sois Mis ciudadelas, sois Mis palacios reales, y os he creado para que habitéis en vosotros con magnificencia, honor y gloria.

Pero, ¿qué habéis hecho? Habéis arruinado Mis ciudadelas, con pecados sensuales, con pecados de desobediencia a Nosotros, con vuestro amor desmedido a vuestra voluntad, a las cosas vanas del mundo y de la carne. Habéis destruido Mis ciudadelas que sois vosotros, siguiendo vuestras malas inclinaciones y sofocando las buenas inclinaciones e inspiraciones que Yo os doy constantemente para salvaros.

Oh, qué bendita es el alma que sigue fielmente Mis inspiraciones y se deja guiar por Mí. Cuán maldita es el alma que, aunque está advertida, no escucha Mi Voz, la Voz de la Sabiduría que suena para evitar que caiga en el abismo.

En verdad os digo Dejaré caer a esa alma necia, orgullosa y obstinada para que reconozca su maldad, para que reconozca que fuera de Mí no es nada, no será nada y nunca hará nada.

Dichosa el alma que se deja conducir por Mí y por Mis inspiraciones, permitiéndome embellecer sus muros, sus calles, sus casas, sus palacios, sus ciudades, su santa ciudadela que es su alma. Porque Yo daré a esta alma una belleza deslumbrante, como nunca antes ha conocido, y a las almas, las otras ciudades que están todas arruinadas y destruidas por el rebelde del principio, Mi adversario. Estas ciudadelas arruinadas, llenas de serpientes y escorpiones, de pecados y vicios, mirarán tu inmensa belleza espiritual y desearán tu belleza. Entonces, santamente seducidos por ti, por tu belleza, quedarán encantados por Mí, y también se dejarán restaurar por Mí.

Mi hora ha llegado, la hora del Padre también ha llegado. Así como Mi hora sonó en el año 2005, ahora la hora del Padre Eterno ha sonado en las Apariciones de Jacareí. Él viene, y vendrá una y otra vez, para enseñaros lo que es perfecto a Sus ojos, para quemaros con Su fuego, que soy Yo mismo, no permitiendo en vosotros ningún acuerdo con el pecado. Él vendrá Conmigo para doblegar finalmente tu rebeldía, inclinar tu frente obstinada y altiva, y hacer que finalmente adore Nuestros Mandamientos, Nuestros Preceptos y Principios de Amor.

Y Yo, el Espíritu Santo de Amor, seguiré actuando Aquí con el Padre, con el Hijo, con María, con los Ángeles y los Santos para transformar las ciudadelas de vuestras almas en verdaderas joyas raras de Nuestra Gracia, para asombro de Nuestros enemigos, para mayor alegría de los Ángeles y los Santos, y para mayor conversión de los ignorantes.

Amo verdaderamente este lugar como a la niña de Mis ojos, os amo a cada uno de vosotros, sois Mis ciudades, y quiero habitar con vosotros y en vosotros. Quiero actuar con vosotros y en vosotros y quiero hacer en vosotros copiosamente muchas, muchas gracias de Amor.

Venid a Mí, dadme vuestro corazón y no os demoréis más y hoy Mi llama descenderá sobre vosotros y os quemará por completo. Yo, el Espíritu de Amor, vuestro Dulce Esposo vengo, para verdaderamente en vuestras almas, entrar y construir Mi salón real, Mi palacio real donde os enseñaré Mis Leyes, Mis Caminos. Vosotros sois los canales a través de los cuales hago llegar Mi agua de gracia a todas las almas.

Podría hacerlo solo, pero quiero necesitar vuestra ayuda, así que dadme vuestro sí y no obstruyáis vuestra alma, impidiendo que el agua de Mi gracia fluya hacia todos los sedientos. Más bien, abrid de par en par este canal con vuestro sí, renunciando a vosotros mismos, renunciando a vuestra voluntad, a las cosas que entran en este canal y no os permiten recibir el agua de Mi gracia y que otras almas tampoco la reciban. Para que entonces, el río de la vida, que Yo derramo de Mi seno, fluya por el seno de la ciudad que es vuestra alma, fluya por en medio de la ciudad que es el mundo, la sociedad y las naciones, haciendo que lo que antes era desierto, haciendo que lo que antes era sólo ruina reviva, revierta, se reconstruya.

¡Te amo tanto! Y soy Yo quien te he elegido. Hoy soplo sobre vosotros Mi aliento de gracia, para daros paz al corazón, para inspiraros a amarme más, a amar más al Padre, a amar más al Hijo, a amar más a la Virgen Inmaculada.

Soplo sobre vosotros Mi aliento de vida, para que verdaderamente los huesos marchitos que mostré al Profeta, revivan y vuelvan a crear carne, órgano, tejido, piel, y entonces todos los vivientes Me servirán, Me glorificarán y cantarán Mi alabanza.

Pues no necesito pecadores, una nación pecadora no Me sirve de nada. Quiero almas santas, quiero almas que vivan en Mí, y Yo pueda vivir en ellas. Por eso vengo a reviviros.

Venid a Mí y os llenaré de Mí mismo hasta que Mi gracia se desborde en vosotros en ríos de agua viva.

Os bendigo a todos en este momento, bendigo especialmente a Mis hijitos que han venido de América para estar Conmigo. Sobre ellos derramo ahora un rayo especial de gracia, y sobre todos vosotros que estáis aquí Conmigo desde siempre, y que sois Mi Corte Real, que estáis siempre Conmigo en amor y adoración, y que sois ya verdaderamente Mi posteridad, Mi herencia, Mi descendencia.

Sobre vosotros, en este momento derramo una extraordinaria lluvia de gracias, y sobre ti Marcos, el más trabajador y obediente de Mis hijos, de Mis siervos, de Mis ciudadelas, digo: ¡Adelante! Que no te molesten los ataques ni las incomprensiones, ni siquiera las críticas y las condenas, porque Yo estoy contigo, fija tu mirada en Mí y en nadie más. De vez en cuando permito que sufras para que no pongas tu corazón en nadie más que en Mí, porque sólo Yo soy fiel, sólo Yo comprendo verdaderamente tus razones más profundas, y lo que los demás ven en tus acciones no es lo que Yo veo.

Lo que veo en tus acciones lo conozco muy bien, y sé que quieres detener las asechanzas de Satanás, antes de que caigan sobre ti. Así que adelante, fija tus ojos en Mí, déjate conducir y guiar por Mí, y no te turbes por nada, no pongas tu corazón en el polvo de la tierra, porque de lo contrario Me herirás mortalmente y me veré obligado a quitarte este polvo, para que no fije tus ojos, fíjalos siempre en Mí. Porque Yo soy tu recompensa, tu premio y tu herencia, sólo Yo soy el cumplimiento de todos tus sueños, la realización de todos los anhelos de tu corazón, de todas tus aspiraciones más profundas, y sólo Yo te veo perfectamente tal como eres.

Así que ven a Mí, déjate guiar por Mí, porque la venida del Padre Eterno, fue para estas personas, pero fue para ti que Él vino, ellos son beneficiados gracias a ti. Pero esta gracia del Padre Eterno es tuya, así que toma posesión del inmenso tesoro que se te ha dado, regocíjate en él, pues tienes en tus manos, en tu regazo un rico tesoro, y no debes poner tus ojos en las brasas, el polvo y el estiércol de los demás.

Venid, estoy con vosotros, os amo, os deseo. Os deseo a cada uno de vosotros, ¡no podéis imaginar cuánto amor siento por vosotros! No podéis imaginar la ternura que tuve cuando os creé, cuando os di la vida, cuando soplé el aliento de vida, cuando hice latir vuestro corazón para que fuera Mi morada, cuando infundí vuestra alma, para que fuera Mi ciudadela.

Estoy con vosotros, os digo a cada uno de vosotros: Estoy con vosotros, os amo, e incluso si fuera necesario crearía miles de mundos para demostraros cuánto os amo dándoos estos mundos. Y ahora vengo a daros mucho más que mil mundos, vengo a darme a vosotros. Abrid ahora de par en par la puerta de vuestro corazón para que Mi Amor y Mi gracia penetren en vosotros.

Cada uno de los que estáis aquí tiene su nombre inscrito en el Libro de la Vida, que he escrito con letras de fuego, con fuego de Mi gloria. No borréis estos nombres con el pecado mortal, vivid en Mí y Yo viviré en vosotros.

Os bendigo a todos con Amor desde Nazaret, desde Jerusalén y desde Jacareí.

Paz Mis ciudades santas, ¡cómo os amo! Dejo un beso en vuestro corazón, un beso santo, de paz, de amor, de conversión, de santidad, de belleza".

(Marcos): "¿De verdad? ¿Volverás el próximo domingo? ¡Qué bien necesito tanto tu voz, necesito tanto ver tus ojos! Hasta pronto amado esposo de mi alma, amado Dios mío".

Transmisiones en directo desde el Santuario de las Apariciones en Jacarei - Sp - Brasil

Emisión diaria de «Apariciones» en directo desde el Santuario de las Apariciones de Jacareí

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Entre semana, 09:00 Pm | Los sábados, 02:00 Pm | Los domingos, 09:00Am (Gmt -02:00)