sábado, 14 de junio de 2014

...¡pero Él sufrió esta muerte tan cruel por ti!

- Mensaje nº 587 -

Hija mía. Mi querido hijo. Hoy, por favor, di a los hijos de la tierra lo siguiente: Vuestra tibieza Me hiere, ¡vuestro engreimiento inflige el mayor sufrimiento a Mi Hijo, vuestro Jesús! ¿Cómo podéis vivir como si fuerais autosuficientes y nada agradecidos? Mi Hijo os ha preparado el mayor regalo de todos, porque con Su muerte agonizante en la cruz os redimió a cada uno de vosotros del pecado. Él vio cómo acabaríais, y aun así sufrió esta muerte tan cruel por vosotros, hijos míos.

Las imágenes de este tiempo Mi Hijo las vio ya antes de Su muerte, y sin embargo resistió al demonio con todas sus tentaciones y dio Su oh tan preciosa vida por vosotros, hijos Míos. Pero, ¿qué hacéis para complacerle a Él, vuestro Salvador? ¿Qué hacéis para que Yo, vuestro Padre celestial, os perdone?

Vivís como si Nosotros no existiéramos. ¡No Nos tenéis ni Nos mostráis ningún respeto! ¡Nada es sagrado para vosotros, y vuestros vicios, lujurias y desenfrenos son repugnantes!

¡Debéis convertiros para no perderos, y debéis empezar a llevar en vuestro corazón amor por Mi Hijo, que tanto os ama, y por Mí, vuestro Padre, vuestro Creador! ¡Que no se haga vuestra voluntad, sino la Mía, pues sólo así os llegará la paz y vuestra tierra será digna de ser habitada!

¡Sin Mí no podéis vivir! ¡Sin Mí estaréis perdidos! ¡Así que venid a Mis brazos de Santo Padre y mostradme honor y respeto! ¡Seguid Mis mandamientos y las enseñanzas de Mi Hijo, vuestro Jesús, y convertíos en hijos dignos (de nuevo)!

Si seguís viviendo así, deshonrándonos y pisoteándonos, sin creer en Nosotros, sin vivir con Nosotros, entonces sois indignos y el Nuevo Reino permanecerá cerrado para vosotros. Así que daos la vuelta y dad vuestro Sí a Jesús, vuestro Salvador, y empezad a vivir vuestra vida con Él y Conmigo, vuestro Padre del Cielo que tanto os ama.

A cada uno de vosotros os he creado en el mayor amor y os he dado vida. Así que dadme el respeto y el honor que Me merecéis, y dejad que el amor fluya de nuevo en vuestros corazones que se han enfriado. Amén.

Vuestro amoroso Padre celestial.

Creador de todos los hijos de Dios y Creador de todo ser. Amén.

--- "El Señor ha hablado, así que sigue Su llamada. Yo, el ángel del Señor te lo digo. Amén. Tu ángel del Señor".