domingo, 27 de octubre de 2013

Domingo, 27 De Octubre De 2013

Domingo 27 de octubre de 2013:

Jesús dijo: "Pueblo mío, el Evangelio de hoy habla de tener humildad en vez de jactaros de vuestros propios bienes y talentos. No quiero que juzguéis ni discriminéis a los demás para que tratéis a todos por igual. Os veo a todos iguales a Mis ojos, y miro en vuestro corazón para comprender la motivación de vuestros actos. Puede que engañéis a los demás con vuestras acciones externas, pero Yo conozco todas vuestras intenciones secretas detrás de lo que hacéis. Os pido a todos que seáis cariñosos con todos, incluso con vuestros enemigos o con aquellos que os caen mal. Todos estáis hechos a Mi imagen y todos sois capaces de amarme a Mí y a los demás. Quiero que Mi pueblo tienda la mano con amor para ayudar a su prójimo en sus necesidades, e incluso para compartir con él su fe. Puedes compartir tu dinero, tus bienes y tu tiempo utilizando tus talentos para ayudar a los demás. Incluso cuando ayudes a los demás, hazlo todo sin esperar retribución porque lo das todo por amor. También puedes rezar por las personas al ayudar a las almas, y darles un buen ejemplo, como debe hacer un cristiano. Cuando reces y Me pidas perdón por tus pecados desde la humildad, entonces tú también podrás volver a casa justificado por las intenciones adecuadas en tu corazón. Cuanto más compartas con los demás, más méritos y tesoros estarás almacenando en el cielo para el día de tu juicio".

Jesús dijo: "Pueblo mío, deseo que Me rindáis la debida reverencia en Mi Santísimo Sacramento. Recordáis cuando pregunté tres veces a San Pedro si Me amaba. Él dijo que sí Me amaba, y Yo le dije: “Apacienta Mis ovejas”. Yo pregunto a todo Mi pueblo: “¿Me amáis?” Si Me amáis de verdad, podréis demostrar ese amor con vuestras acciones al reverenciar Mi Presencia Real. Cuando Me recibáis en la Sagrada Comunión, aseguraos de que estáis libres de cualquier pecado mortal, para que no cometáis ningún pecado de sacrilegio. Cuando entres en la iglesia, en tu banco, haz una genuflexión ante Mi Sagrario. Aquellas almas, que verdaderamente Me aman en Mi Santísimo Sacramento, podrían venir a adorarme ante la custodia o Mi sagrario en sus visitas de la hora santa. No sólo podrían mostrarme reverencia, sino que podrían enseñar a sus hijos y nietos a tener también reverencia por Mi Presencia Real en Mi Santísimo Sacramento. Si te esfuerzas por honrarme, Yo te honraré ante Mi Padre celestial. Mantén tu atención en Mí cada día para que puedas estar cerca de Mí en amor por todo lo que hagas".