Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU

 

viernes, 4 de mayo de 2012

Viernes, 4 de mayo de 2012

 

Viernes, 4 de mayo de 2012:

Jesús dijo: “Mi gente, el hombre ha sido muy prolífico en las muchas ciudades y edificios que ha hecho. No se involucren tanto en sus negocios que me dejen fuera de sus vidas. Sé que tienen preocupaciones terrenales para proveer a sus familias en sus necesidades, pero también tienen necesidades espirituales para sus almas. En el Evangelio, San Tomás me pidió que le mostrara el camino a Dios Padre. Fue entonces cuando le dije: ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí. Cuando mi gente venga a mí en su experiencia de la Advertencia, les daré estas mismas palabras a todos. No importa lo que crean en sus religiones porque solo pueden llegar al cielo a través de mí. Eso es porque yo pagué el rescate por cada alma. Una vez que regresen a sus cuerpos después de la Advertencia, tendrán la oportunidad de alabarme y seguirme en todo lo que hagan. Tendrán un deseo ardiente de arrepentirse de sus pecados de cualquier manera que puedan. Para los católicos, es en la Confesión donde son perdonados y limpiados de sus pecados. Si imitan mi vida y obedecen mis Mandamientos, estarán en el camino correcto hacia el cielo.”

Jesús dijo: “Mi gente, han visto oro y plata refinados en un entorno terrenal, pero quiero ver a mis almas fieles purificadas en un entorno espiritual. Todos tienen almas, ya que están hechos de cuerpo y alma como seres humanos. Amo sus almas, y deseo salvar tantas almas para el cielo que me amen a cambio. Todos son débiles al pecado debido a su naturaleza caída, pero les he dado mi sacramento de la Penitencia para que puedan limpiar sus pecados. También les he dado la oportunidad de indulgencias plenarias con mi Divina Misericordia. Si las personas mueren y todavía tienen reparación pendiente para compensar sus pecados, también está el purgatorio para purificar su alma. Con todos estos medios disponibles para refinar sus impurezas del pecado, entonces deben aprovechar mis regalos para ganar el cielo. A través de oraciones, buenas obras y obediencia a mis Mandamientos, pueden ser encaminados al camino correcto hacia el cielo. Puedo purificar las almas cuando buscan mi perdón y se arrepienten de sus pecados. Siempre aceptaré a un pecador arrepentido de nuevo en mis buenas gracias. Busquen amarme siempre, y tendrán su recompensa conmigo en el cielo por toda la eternidad.”

Origen: ➥ www.johnleary.com

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