sábado, 23 de octubre de 2010

Sábado, 23 de octubre de 2010

Sábado, 23 de octubre de 2010: (San Juan de Capistrano)

Jesús dijo: “Mi gente, al entrar en la iglesia, pudisteis ver las colas para la Confesión antes de la Misa. El Evangelio de hoy también habla de arrepentirse de vuestros pecados. Sabéis que yo vine como hombre a morir en una cruz como un sacrificio de sangre por todos los pecados de la humanidad. Cada Misa es una reencarnación sin derramamiento de sangre de Mi sacrificio porque recibís Mi Cuerpo y Sangre a la hora de la Comunión. Es importante que, siempre que Me recibáis en Mi Eucaristía, Me recibáis en estado de gracia para no cometer ningún pecado de sacrilegio contra Mi Bendísimo Sacramento. Para mantener limpia vuestra alma con el fin de recibirme dignamente, deberíais tener vuestros pecados purificados en la Confesión al menos una vez al mes. Cuando el sacerdote os dé la absolución, vuestros pecados serán perdonados y Mi gracia será restaurada a vuestra alma. Incluso antes de entrar en el confesionario, deberíais hacer un buen examen de vuestra conciencia para poder recordar cualquier pecado que hayáis cometido desde vuestra última Confesión. Cuando salgáis del confesionario, recordad rezar vuestra penitencia y cualquier otra oración de agradecimiento. Al permanecer cerca de Mí en la Confesión y recibir Mi Bendísimo Sacramento a menudo, entonces seréis fortalecidos para soportar vuestras tentaciones diarias del diablo, y ayudar a evangelizar almas para el cielo. Cuando veáis tanto mal en el mundo, necesitáis esforzaros por salvar tantas almas como podáis del infierno con Mi ayuda.”