sábado, 17 de abril de 2010

Sábado, 17 de abril de 2010

Sábado, 17 de abril de 2010:

 Jesús dijo: “Mi gente, el Evangelio de hoy (Juan 6:16-21) trata sobre Mi caminar sobre el agua hacia Mis apóstoles, pero la visión es de (Mat. 14:22-33) que está más detallada de este milagro. Había una tormenta alrededor de Mis apóstoles en el barco que los asustaba. Cuando vieron Mi caminar sobre el agua, quedaron asombrados con esta vista e incluso pensaron que era un fantasma. San Pedro estaba ansioso por saludarme y también vino a Mí caminando sobre el agua, pero cuando vio los mares tormentosos, se asustó y comenzó a hundirse en el agua. En ese momento me llamó para que lo salvara y lo levanté al barco, y calmé los mares. Una vez que estuve en el barco, realmente admitieron que Yo era el Hijo de Dios, ya que ningún hombre podría caminar sobre el agua y calmar los mares. Esta fue una experiencia de fe para San Pedro ya que le pregunté por qué vaciló en su fe porque fue cuando comenzó a hundirse. Así es con Mis fieles cuando están en medio de problemas que parecen imposibles de superar. Llámame con fe y te ayudaré a resolver tus problemas, porque nada es imposible para Mí.”

Jesús dijo: “Mi gente, les he mostrado cosas circulares antes en sus visiones para indicar que el mensaje se refería a la Advertencia. Se preguntaban qué es diferente en el mensaje de hoy. La Advertencia es una revisión de vida que todos tendrán fuera del tiempo en Mi tiempo normal e invariable. También estarán fuera de su cuerpo. Verán todas las acciones de su vida, tanto buenas como malas, con énfasis en sus pecados no perdonados y pecados de omisión. Pueden recordar algunas de sus experiencias de vida. La diferencia en Mi Advertencia para ustedes es que verán cada acción en un contexto espiritual de lo que era correcto o incorrecto, y tendrán Mi juicio sobre ella. No habrá duda de que sabrán en su mente por qué cualquier acción mala fue incorrecta. Entonces tendrán que aceptar Mi juicio sobre sus acciones sobre a dónde irían si murieran en ese momento. Una vez que se den cuenta de a dónde los están enviando sus acciones, podrían tener una nueva perspectiva de la vida cuando regresen a su cuerpo. Muchos buscarán ir a la Confesión y estarán dispuestos a convertirse a la fe en Mí. Mis fieles necesitarán estar listos para evangelizar tantas almas como puedan rápidamente porque pronto la gente olvidará que esto ha sucedido. Mi Advertencia es un alcance a todos los pecadores y es parte de Mi deseo de Misericordia Divina de salvar todas las almas posibles. Me doy cuenta de que algunas personas después de la Advertencia todavía se negarán a creer en Mí, pero aún debe rezar por ellos y evangelizarlos lo mejor que pueda.”