viernes, 7 de agosto de 2009

Viernes, 7 de agosto de 2009

Jesús dijo: “Mi gente, en muchos lugares de todo tu país han visto días récord de calor, y este calor podría provocar sequías e incendios. También se están acercando a la temporada de huracanes, cuando las tormentas prosperan en aguas cálidas de los océanos Atlántico y Pacífico. Los desastres naturales ya han causado daños y algunas pérdidas de vidas este año. América continúa en sus pecados y abortos sin temor a represalias. Algunos desastres son un castigo por el pecado porque tu violencia contra la vida se refleja en la violencia de tus tormentas. Oren por los pecadores de tu país y para que yo contenga mi ira de justicia. Muchos de tus problemas económicos han sido causados por la codicia del dinero en ganancias ilegales. Siempre que tomen riesgos financieros excesivos, deben estar dispuestos a aceptar las consecuencias de sus malas decisiones. Es lamentable que la codicia de Wall Street de unos pocos haya causado tanto dolor para el resto de tu gente que están perdiendo sus trabajos como resultado. Oren para que sus familias sobrevivan a esta crisis económica.”

Jesús dijo: “Mi gente, es bueno para ustedes experimentar vivir al aire libre, incluso si hay muchos ruidos extraños. Acampar durante la noche sería una buena experiencia para prepararse para vivir en sus refugios. Cuando dejen su hogar para mis refugios, tendrán sus mochilas, tiendas de campaña y mantas para dormir. Sería cómodo si esto sucediera en verano, pero en invierno pueden tener más dificultades con el frío. Si tienen las mantas para dormir extra cálidas, podrían arreglárselas con un fuego. Se proporcionaría suficiente comida multiplicando lo que tenían espacio para llevar. Si se les permitiera usar su automóvil por un tiempo, podrían almacenar comida extra en la cajuela. Comiencen a pensar más en cómo lidiar con menos de sus comodidades, porque este tiempo de tribulación no está lejos. En todo lo que tendrán que hacer para su protección, llámenme a mí y a sus ángeles, y tengan confianza en mí de que yo proveeré sus necesidades.”