Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
martes, 7 de julio de 2009
Martes, 7 de julio de 2009

Jesús dijo: “Mi gente, en la primera lectura de hoy, Jacob fue llamado ‘Israel’ después de luchar con un ángel en forma de hombre. Este es el nombre que la nación judía ha reclamado hasta el día de hoy, dando una reivindicación histórica a la Tierra Prometida de sus antepasados. Este transporte del Arca de la Alianza de los Diez Mandamientos llegó más tarde en la historia, pero fue así como los israelitas atesoraron la Presencia de Dios entre ellos. Incluso en Mi Iglesia, atesoran Mi Real Presencia en Mis Hosts consagrados. A veces hacen procesiones al aire libre también cuando llevan Mi monstrancia entre la gente. Esta Presencia Divina de Mi Cuerpo y Sangre está en cada Misa y necesitan dar alabanza y adoración a su Señor, que los ama tanto. Estén agradecidos de que Me dejé con ustedes en Mi Santísimo Sacramento para que todos Me adoren y Me lleven a su corazón a la hora de la Comunión. También luchan con las pruebas de cada día, pero conmigo a tu lado, no hay nada que temer.”
Jesús dijo: “Mi gente, algunas personas piensan que es muy difícil convertirse en un santo, pero hay muchos santos desconocidos en el cielo que han luchado para llegar allí a través de Mis gracias. Sin Mis sacramentos y Mi gracia, es verdaderamente casi imposible, pero con Mi ayuda y la gracia de Mis sacramentos, pueden recibir una corona de santidad. Al concentrarse en complacerme siguiendo Mis caminos, podrán lograr la misión que he planeado para su vida. Si permiten que su voluntad y sus deseos terrenales se interpongan en Mi plan, entonces será muy difícil para Mí usarlos en Mi plan de salvación para su vida. Al consagrar todo a Mí en todas sus acciones, entonces serán libres de seguir Mi Palabra y plan para su vida. Necesitan tener su corazón abierto para hacer Mi Voluntad, y estarán en el camino correcto hacia la santidad. Solo los santos pueden entrar en el cielo, por lo que pueden necesitar algún tiempo en el purgatorio para purgar cualquier deseo terrenal persistente, para que nada bloquee su deseo de adorarme y alabarme constantemente en el cielo. Se alegrarán el día que los dé la bienvenida al cielo como uno de Mis santos.”
Origen: ➥ www.johnleary.com
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