Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU

 

sábado, 7 de marzo de 2009

Sábado, 7 de marzo de 2009

(Santa Perpetua y Santa Felicidad)

 

Jesús dijo: “Mi gente, en el Evangelio de hoy les pido a todos que amen y oren por sus enemigos. Yo soy todo amor y amo a todas Mis criaturas, incluso a aquellos que no Me aman completamente. Amar a los enemigos es difícil para el cuerpo terrenal, pero constantemente los llamo a ser perfectos como Mi Padre celestial es perfecto. Tienen una elección en esta vida de ser purificados por su purgatorio en la tierra, o en el verdadero purgatorio después de su muerte. Como vieron en la visión, para ganar el cielo, deben separarse de todo y del amor del mundo para poder concentrarse plenamente en amarme. Constantemente cantarán Mis alabanzas mientras Me adoran. Por eso sus oraciones diarias y su venir a Mí en la Adoración diaria los están preparando para estar conmigo en el cielo. Todo en la tierra está pasando, por lo que deberían concentrarse más en las atenciones del alma que vivirán para siempre después de que el cuerpo muera. Todo lo que puedan hacer en la tierra para acumular tesoros celestiales ayudará a compensar sus pecados en su juicio. Utilicen este tiempo de Cuaresma para ayudar a purificar su alma en su preparación para algún día estar en el cielo con todos Mis santos y ángeles.”

Jesús dijo: “Mi gente, les dije antes que podrían ver otra guerra este año, y el objetivo sería el programa nuclear de Irán. Existe preocupación, especialmente en Israel, si Irán tuviera armas nucleares porque tienen misiles para entregar una bomba así. Israel ha estado amenazando con bombardear la planta nuclear a menos que Irán detenga su programa. Irán también ha amenazado con destruir todos los petroleros que salgan del Golfo Pérsico si son atacados. Hasta ahora solo ha habido una guerra de palabras, pero esto pronto cambiará ya que Israel tiene miedo de un Irán nuclear. Tal ataque podría rápidamente arrastrar a América a la guerra tratando de defender los petroleros. Una vez que ocurra una guerra, los precios del petróleo subirían debido al menor acceso a los puertos petroleros. América no está en condiciones financieras de sufrir una pérdida de petróleo y pagar otra guerra. Muchos deben orar por la paz en esta área para que los corazones y las mentes puedan cambiar para detener el inicio de tal guerra.”

Origen: ➥ www.johnleary.com

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