martes, 10 de febrero de 2009

Martes, 10 de febrero de 2009

(Santa Escolástica)

Jesús dijo: “Mi gente, están a punto de tener sus devociones de Cuaresma de ayuno y oración para mejorar su vida espiritual. Saben cómo Mis discípulos y Yo tuvimos que sufrir por el Evangelio porque a la gente les gustaban Mis palabras, pero los fariseos y los líderes religiosos no querían seguir Mis caminos. Así como Yo tuve que sufrir, Mis fieles también tendrán que sufrir persecución en la próxima tribulación. Recuerden cuando les dije a San Pedro que otro lo sujetaría firmemente y él estaría en prisión. Así que en el futuro algunos de Mis fieles serán retenidos por esposas y sufrirán una corona de espinas como en la visión. Algunos serán martirizados por su fe, mientras que otros serán conducidos a la seguridad de Mis refugios. Estén abiertos en sus corazones si tienen que sufrir físicamente por su creencia en Mí. No importa cuánto tormento o persecución reciban, nunca nieguen su amor por Mí. Les daré a todos la gracia para soportar cualquier sufrimiento. Nunca permitan que los malvados los controlen con sus microchips en su cuerpo.”

Jesús dijo: “Mi gente, esta visión es una breve visión general del camino de su vida que desciende en un valle y luego asciende por una colina hacia Mi Luz. Saben que todos tienen que morir algún día, pero esforzarse por estar en el cielo conmigo debería ser su objetivo. A medida que se concentran en Mi Luz sobre esta colina, este es un incentivo para seguir Mis caminos en lugar de sus caminos. Aquellos que siguen Mis Mandamientos y entregan su voluntad a Mi Divina Voluntad, tienen la seguridad de algún día reunirse conmigo en el cielo por toda la eternidad. A veces pueden desviarse de Mi camino al cielo, pero pueden arrepentirse de sus pecados e invocar Mi gracia para restaurarlos a su camino original de supervisión hacia Mi Luz. Una vez que estén en el cielo, tendrán Mi recompensa que estará más allá de sus expectativas. A medida que trabajan en su propio camino al cielo, también trabajen en llevar al cielo tantas almas como puedan. Confíen en Mi promesa de salvación y tengan esperanza y fe de que algún día estarán en el cielo.”