lunes, 10 de noviembre de 2008

Lunes, 10 de noviembre de 2008

(San León Magno)

Jesús dijo: “Mi gente, cuánto los amo, y cuánto anhelo que regresen a Mí como el Hijo Pródigo. En el primer signo de arrepentimiento los colmaría con todas Mis gracias y bendiciones. Ustedes son Mi gente fiel que regresa a Mí en la Confesión para que pueda limpiar sus almas del pecado. Todos ustedes son pecadores, pero pocos quieren admitirlo y Me desean con amor para enmendarse. No quieren ser encontrados en su juicio cuando Yo les dijera ‘No los conozco’. Cuando oran diariamente y confiesan sus pecados, veré su amor sincero. Pero aquellos que solo Me dan palabras vacías, realmente no Me aman y estas personas están en el camino ancho al infierno. Sigan Mi ejemplo de amor en las Escrituras y tendrán Mi paz y amor en su alma. Su tiempo en la vida es corto, así que aprovechen al máximo su tiempo aquí amándome y amando a su prójimo en sus acciones.”

Jesús dijo: “Mi gente, este desmoronamiento físico de una iglesia representa cómo algunas partes de Mi Iglesia se están debilitando en su fe. Los números que asisten a la Misa dominical son menores, lo que indica cómo algunas almas están perdiendo su fe. Algunas iglesias tienen que compartir sacerdotes debido a la escasez de sacerdotes. Aunque vean esta debilidad, aquellos que son fieles se han fortalecido para orar por aquellos que se están alejando. Cuando vienen a Mi Santísimo Sacramento en el ostensorio, creen en Mi Presencia Real, y están siendo testigos de quién soy como lo fue San Pedro cuando les pregunté ‘¿Quién dicen las personas que soy?’. Confíen en Mi curación espiritual y física cuando Me oren, porque responderé a su oración en Mi tiempo y por lo mejor para su alma, o para la persona por la que están orando. Den alabanza y gracias a Mí por fortalecer su fe todos los días.”