miércoles, 25 de junio de 2008

Miércoles, 25 de junio de 2008

Jesús dijo: “Mi gente, al mirarse en el espejo, pueden ver sus acciones y juzgar por sí mismos si están dando testimonio de las buenas obras y los frutos de un buen árbol de fe. Si no están mostrando buenos frutos en sus acciones, entonces necesitan cambiar sus malos caminos y tender la mano para ayudar a los demás sin escatimar ayuda por egoísmo. Cuando avanzan espontáneamente para ayudar a alguien sin que se lo pidan, entonces están abandonando su egoísmo y están dispuestos a compartir su tiempo y su dinero. Sus buenos frutos serán un testimonio de que están compartiendo desde su almacén de buenas obras desde el corazón. Si se niegan a compartir sus obras y se niegan a compartir su amor conmigo y con su prójimo, entonces serán el árbol podrido que solo merece ser talado y arrojado al fuego. Sean siempre abiertos y libérense de cualquier inhibición que les impida compartir plenamente con los demás.”

Nuestra Señora dijo: “Mis queridos hijos, me alegra ver a tantos de mis hijos aquí honrando el aniversario de mis apariciones en Medjugorje. Continúen rezando sus rosarios todos los días por mis intenciones. Oren especialmente por la paz y el fin de sus guerras. También oren por la conversión de los pecadores en su país porque es difícil contener la mano de castigo de mi Hijo. Se les han dado muchos mensajes de mis apariciones, pero no están escuchando ni siguiendo lo que les he pedido. Si suficientes personas rezaran para detener las guerras y los abortos, podrían ver milagros de conversiones. Su gente de América necesita arrepentirse de sus pecados y confesarlos a sus sacerdotes en la Confesión. Oren y pidan a mi Hijo que duplique sus oraciones porque el peso de sus pecados está superando sus pocas oraciones. Amo a todos mis hijos y mi manto de protección está sobre este lugar de oración.”