martes, 13 de mayo de 2008

Martes, 13 de mayo de 2008

(Nuestra Señora de Fátima)

Nuestra Señora de Fátima dijo: “Mis queridos hijos, allá por 1917 era difícil en Portugal hablar públicamente sobre la religión, y mucho menos sobre apariciones mías. Me aparecí a los niños inocentes porque estaban abiertos a los mensajes del cielo de oración y advertencias. Animé a la gente de esa época a arrepentirse y rezar mi rosario. Si hubiera suficiente oración, Rusia podría convertirse y no difundir sus errores, que era el comunismo entonces. Muchos rezaron por Rusia y ha habido una flexibilización contra la religión, pero el comunismo sigue siendo un flagelo del mundo con sus enseñanzas ateas. Todavía animo a la gente de hoy a rezar mi rosario, especialmente en la familia. El rosario es tu arma contra el mal, y tus oraciones son necesarias ahora más que nunca para la conversión de los pecadores y los tibios de tu sociedad materialista. Tu gente está olvidando sus tradiciones religiosas y es por eso que menos están asistiendo a la misa dominical. Si tuvieras la fe de una semilla de mostaza, podrías rezar tus rosarios lo suficiente como para derrotar el aborto en tu país. Reza por tus hijos y tus nietos para que ninguno de ellos se pierda para el maligno. Todos ustedes son mis hijos, y extiendo mi manto de protección sobre ustedes.”

Jesús dijo: “Mi pueblo, cuando un hombre y una mujer se casan, es una unión de dos vidas en un amor desinteresado como un compromiso mutuo. Las flores representan la vida de este verdadero amor. Son vibrantes al principio, pero tienden a desvanecerse con el tiempo. El amor entre dos cónyuges necesita mantenerse vivo con un compromiso diario y una comunicación de ese amor. De lo contrario, podría haber un desvanecimiento del amor como con las flores. Necesitas regar y fortalecer tu amor uniéndote a Mí en tu matrimonio. El amor por Mí y tu cónyuge es una necesidad diaria en la oración para mostrar tu amor por Mí y por el otro. Las flores tienden a ser estacionales, principalmente en primavera, pero tu amor por Mí y tu cónyuge necesita ser fuerte en todas las estaciones. Si todos los matrimonios fueran tan vibrantes a lo largo de los años como lo fueron en su día de bodas, entonces habría muy pocos divorcios. No pierdas esta chispa de amor por Mí y tu cónyuge, y tendrás muchos años de felicidad aquí en la tierra y en la vida venidera.”