Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
sábado, 10 de noviembre de 2007
Sábado, 10 de noviembre de 2007

Jesús dijo: “Mi gente, en muchos de sus funerales hay un recuerdo momentáneo del difunto, pero muchos asumen que fueron al cielo o se olvidan de rezar por estas almas. Muy pocas almas, que no van al infierno, van directamente al cielo. La mayoría de las almas, que se salvan, requieren alguna purificación en el purgatorio, y ya no pueden rezar por sí mismas. Por eso es importante no olvidar las pobres almas en el purgatorio, especialmente las de su propia familia. Sigan rezando por sus difuntos en caso de que todavía estén en el purgatorio. Recuerden pedir Misas por sus miembros fallecidos porque la Misa es muy poderosa para liberar almas del purgatorio. Pónganse en su lugar y den cuenta de cómo podrían estar algún día. Querrían que la gente rezara por ustedes, así que deberían rezar por ellos para acortar su tiempo en el purgatorio. Estas almas nunca olvidarán rezar por ustedes, una vez que sean liberadas para entrar al cielo. Oren por los pobres pecadores también antes de que mueran, para que puedan ser salvados de ir al infierno. Tienen muchas responsabilidades en su vida espiritual y las más importantes son rezar por las almas en el purgatorio y por la conversión de los pecadores. Cualquier cosa que puedan hacer para salvar almas con su ejemplo también puede ayudar a las almas en su camino al cielo.” Nuestra Señora dijo: “Mis queridos hijos, esta imagen mía como la mujer vestida de sol (Ap. 12:1) es una imagen mía embarazada de Jesús. Muchas mujeres, que están embarazadas, están teniendo abortos ya sea por una aventura fuera del matrimonio, o porque no quieren tener más hijos. Cuando quedé embarazada en respuesta al mensaje de San Gabriel, seguí la Voluntad del Señor para mí, aunque era posible que pudiera ser apedreada. Confié en que el Señor cuidaría de mí, y tendría a Mi Hijo porque esto es lo que Él quería de mí. No hay una razón verdaderamente buena para quitarle la vida a un bebé en un aborto. Incluso si la vida de la madre está amenazada, es mejor dejar que la naturaleza siga su curso. Solo Nuestro Señor debería gobernar quién vive y quién muere, y no la humanidad. Verdaderamente soy la patrona de las madres solteras y rezo por todas estas madres que están contemplando el aborto. Asimismo, cuando rezan por la detención de los abortos, oren también para tocar los corazones de estas madres para que tengan un amor más profundo por sus bebés, y una mejor apreciación por la preciosidad de la vida. Muchas mujeres amarían la oportunidad de tener hijos, pero algunas no pueden hacerlo. Gladly adoptarían el hijo no deseado de alguien. Animen a estas madres a entregar a sus bebés en adopción en lugar de tener un aborto. Sigan rezando para detener el aborto y pidan a Mi Jesús que multiplique sus oraciones para esta intención.”
Origen: ➥ www.johnleary.com
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