sábado, 3 de noviembre de 2007

Sábado, 3 de noviembre de 2007

(San Martín de Porres)

Jesús dijo: “Mi gente, América ha estado sufriendo sequías e incendios, pero sus países vecinos e islas han estado sufriendo inundaciones y deslizamientos de tierra. Además de estos desastres naturales, sus precios del petróleo se han visto afectados por la pérdida del petróleo mexicano y la amenaza de guerra en varias áreas cerca de los países petroleros. Estos problemas de mayores costos de combustible, combinados con sus ejecuciones hipotecarias, se han vuelto muy inquietantes entre sus consumidores, e incluso algunos hablan de la posibilidad de una recesión. Están viendo un evento siguiendo a otro donde ya sean desastres, trastornos financieros o guerras, han estado causando que las cosas perturben la paz de las personas. Algunos de estos eventos han sido causados a su gente por los pecados de la humanidad, y ahora están cosechando la cosecha de sus fallas. Arrepientanse de sus pecados y cambien cualquier estilo de vida malvado, o cosecharán consecuencias aún peores”. Jesús dijo: “Mi gente, muchos de los lugares sagrados en las Tierras Santas donde nací, donde morí y donde resucité, están cubiertos por hermosas Iglesias Cruzadas. Cuando vayan a estos lugares sagrados, pueden sentir el misticismo y la santidad de mi presencia anterior cuando estaba en el cuerpo. Les he dado Mi Cuerpo y Sangre en la Eucaristía bajo las apariencias de pan y vino. La luz amarilla brillante en la parte superior de estas iglesias representa la apariencia de la Santísima Trinidad en cada iglesia para dar testimonio de la finalización de Mi misión. Algunas personas no han sido dotadas con suficiente fe para darse cuenta plenamente de la magnitud de Mi amor por el hombre en que Me encarnaría como un hombre y daría Mi vida por todos los pecados de la humanidad. No hay mayor amor que un hombre pueda tener por su prójimo que dar su vida por otro. Por eso es importante retener sus tradiciones religiosas y aferrarse a su reverencia por lo Sagrado en Mi Hostia Eucarística. Si no creen en Mi Presencia Real en la Hostia consagrada, entonces no tendrán reverencia por Mi Santísimo Sacramento. Estoy verdaderamente presente en Mi Pan Eucarístico, ya sea que quieran creerlo o no. Confíen en Mi poder en Mi Santísimo Sacramento, o ¿por qué Satanás intentaría deshacerse de Mis tabernáculos de poder?”