domingo, 14 de octubre de 2007

Domingo, 14 de octubre de 2007

Jesús dijo: “Mi gente, todos ustedes deben ser como este leproso que fue sanado y regresó para darme alabanzas y gracias. Agradézcanme por todo lo que se les ha dado. Esta visión de las montañas de Israel significa que el Reino de Dios está sobre ustedes. Den alabanzas y gracias por Mi Presencia Real entre ustedes en Mi Santísimo Sacramento. Después de recibirme en la Sagrada Comunión, es apropiado darme las gracias por todos Mis dones a ustedes. Tienen vida en este mundo. Tienen fe en Mí. Tienen todos los dones de la familia en su casa y en su familia más grande. Den gracias por el don de la vida en cada persona que conozcan en esta vida. No esperen hasta que esa persona muera para dar gracias, sino incluso regocíjense cuando compartan un saludo con cada alma, ya que Estoy presente dentro de ellos como el Templo del Espíritu Santo. Cuando me dan las gracias, también denme las gracias no solo en la Misa, sino alabenme y agradézcanme siempre que reciban uno de Mis dones, ya sea una curación, un milagro, su comida diaria o cualquier otra bendición secular. Mis ángeles y santos cantan Mis alabanzas constantemente en el cielo, así que cuando canten o me den las gracias, se unirán a sus coros.”