Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU

 

domingo, 16 de septiembre de 2007

Domingo, 16 de septiembre de 2007

(Parábola del Hijo Pródigo)

 

Jesús dijo: “Mi gente, ya les he dicho antes lo vulnerables que son cuando se les corta la electricidad por cualquier motivo. Muchos de sus electrodomésticos se han vuelto tan parte de su vida diaria, que tendrían que hacer cambios importantes en la forma en que satisfacen sus necesidades si no tuvieran energía. Ni luz ni calor podrían ser similares a no tener vida ni gracia en su alma si vivieran en pecado mortal. Vivir en pecado puede ser atractivo para los sentidos de su cuerpo, pero es como la muerte para su alma. Por eso el padre del Hijo Pródigo se alegró cuando su hijo regresó para pedirle perdón. La gente puede volverse adicta a los placeres pecaminosos, pero a través de la oración o un despertar espiritual, una persona puede darse cuenta repentinamente de lo depravada que está y de su necesidad de Mi amor. El pecado es frío y controlador, y necesitan venir a Mí para pedir Mi perdón para que pueda limpiar sus pecados y restaurar Mis gracias en su alma. La paz y el amor conmigo son mucho más satisfactorios para su alma que cualquier placer que el pecado pueda ofrecerles. No dejen que Satanás o sus deseos corporales los controlen tanto que no puedan liberarse de su esclavitud al pecado. Cuando vengan a Mí a la Confesión, verdaderamente los haré libres, y su alma se unirá a Mí en verdadera alegría y felicidad. Regocíjense como se regocijó el padre del Hijo Pródigo porque su hijo estaba perdido y ahora fue encontrado. Así también, ustedes y todo el cielo se regocijan cuando un pecador se arrepiente y se salva.”

Origen: ➥ www.johnleary.com

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