lunes, 3 de septiembre de 2007

Lunes, 3 de septiembre de 2007

(San Gregorio Magno)

Jesús dijo: “Mi gente, en el Evangelio de hoy, la gente de Nazaret rechazó al profeta que estaba en Mí, de su propia ciudad, pero Me alejé de ellos porque no era Mi hora. Así que he enviado a Mis profetas a Mi gente a lo largo de toda la historia tanto para enseñar la fe como para profetizar los eventos venideros como una advertencia para los fieles. Están viendo estos hangares vacíos en un armario en la visión como una señal de la necesidad de Mi hijo de viajar para compartir Mis mensajes, y como una señal para advertir a la gente cuándo dejar sus hogares para Mis refugios. Esta es la misión de Mi hijo de preparar a la gente para la próxima tribulación del mal. Los signos de estos tiempos están a su alrededor, y he repetido estos mensajes porque será en su vida. También les doy Mis promesas de protección de sus almas. Algunos pueden ser martirizados por su fe, pero el resto de Mis fieles serán protegidos en Mis refugios. Prevaleceré sobre los malvados que serán arrojados al infierno, y estableceré Mi Era de Paz. Invoquen Mi ayuda para soportar esta tribulación, y tengan confianza y esperanza de que Mi poder es mayor que estos malvados.”

Jesús dijo: “Mi gente, las armas de guerra del hombre continúan siendo más letales tanto para la guerra convencional como para la nuclear. Esta visión de misiles balísticos nucleares ha sido el centro de la antigua guerra fría donde nadie realmente quería usar armas nucleares. Esta es la razón por la que la mayoría de las guerras recientes han utilizado armas convencionales sofisticadas. Tales guerras se han decidido muy rápidamente cuando un lado ha tenido una potencia de fuego superior. La guerra actual en Irak se ha convertido en un tipo diferente de guerra donde no hay líneas enemigas y los insurgentes opositores utilizan principalmente bombas en los bordes de la carretera y bombas suicidas. Estas actividades terroristas están destinadas a romper la moral y hacer que el gobierno actual fracase. Estos incidentes son difíciles de defender, y el deseo de su gente de continuar esta guerra está disminuyendo. Luchar y matar en la guerra es contra Mi plan para el hombre, donde él debería estar viviendo en paz y compromiso. El amor debería estar dirigiendo sus acciones, y no la codicia por el dinero o las ganancias materiales. Trabajen para esforzarse por ser pacificadores tanto entre naciones como entre personas.”