sábado, 23 de abril de 2011

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Paz, mis queridos hijos, ¡paz!

Vengo del cielo para ayudarles a caminar el camino que conduce a Dios.

En este camino permanecerán solo mis hijos que oran y los que tienen fe y coraje. No teman las pruebas y las cruces, pues son necesarias para que algún día puedan levantarse a la gloria de mi Hijo Jesús.

Mi Hijo sufrió mucho: fue ultrajado, blasfemado y ofendido, pero Él amó y perdonó; Mi Hijo sufrió atroces dolores en Su sacrosanto cuerpo, fue clavado en la madera de la cruz pasando tres horas de agonía, dando Su vida al Padre por la salvación del mundo, pero entonces, mis hijos, Él resucitó para ayudarles a ir al cielo y a superar todo pecado y toda la oscuridad de Satanás.

Uníos a mi Hijo Jesús para merecer la gloria eterna de la resurrección. Mi Hijo vivo y glorioso está siempre entre vosotros cada día. Él acompaña cada paso vuestro, pequeños hijos, y desea ser vuestro gran hermano y amigo. Abrid vuestros corazones al amor de mi Divino Hijo y veréis la luz de Su misericordioso Corazón brillar sobre vosotros, vuestras familias y el mundo.

Los amo y los invito, en estos días, a la oración y a la conversión. Recordad de manera especial a los sacerdotes y a todos los jóvenes. Ellos necesitan muchas oraciones. Ayudad a mis hijos con vuestras oraciones ofrecidas a Dios con amor. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!