lunes, 3 de agosto de 2009

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Paz, mis queridos hijos, ¡paz!

Queridos hijos, ¿aman verdaderamente a mi Hijo Jesús, a San José y a mí? Entonces den un testimonio santo de vida en Dios a sus hermanos. Que su manera de hablar, actuar y vestirse sea siempre según la voluntad de Dios.

No necesitan al mundo para conquistar el cielo, pero necesitan la gracia y la bendición de Dios para caminar hacia él.

Entiendan que para ser verdaderos reparadores de Nuestros Sagrados Corazones deben actuar según la voluntad de Dios. Él les pedirá sacrificios y penitencias. ¿Están listos para renunciar a todo por amor a Dios? Mediten, mediten, mediten estas palabras mías, para que entiendan a qué gran misión los llama Dios. Sean de Dios. Sean de Dios. Sean de Dios, porque Él solo es suficiente. Quien tiene a Dios en su corazón lo tiene todo, porque Él es el todo que todo corazón anhela y desea. Sean verdaderamente de Dios. Sean verdaderamente de Dios y Él los bendecirá más y más. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Romanos 13:8: "A nadie debáis nada, sino amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo ha cumplido la ley."

Romanos 15, 2: "Que cada uno procure no complacerse a sí mismo, sino al prójimo para su bien, para edificación."