sábado, 11 de abril de 2009

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz de Jesús esté con todos ustedes!

Mis hijos, Yo, su Madre, estoy aquí ante ustedes para bendecirlos, para consolarlos y para ayudarlos a caminar en este mundo hacia Dios. No se desvíen del camino de Dios. Dios los está esperando.

Mi Corazón se aflige cuando los veo desviarse del camino de Mi Hijo Jesús y de Mí. No vivan en pecado. Oren por sus hermanos rebeldes y distantes. Oren por ellos para que regresen a Dios arrepentidos de sus pecados.

El mundo está en tinieblas.* La tiniebla ha envuelto la vida de muchos de mis hijos. ¡Cuántos viven en pecado! Oh, hijos, ¡oren! Cuántos pecados de adulterio se cometen estos días. Cuántos divorcios. Cuando ocurre un divorcio, Satanás se ríe a carcajadas y canta victoria. Oren por las familias. Cuiden a sus familias. Las familias necesitan la luz de Dios. Lleven a las familias al Corazón de Dios con sus oraciones. Ahuyenten los males que el diablo quiere infligirles ayunando, sacrificándose y haciendo muchas penitencias.

Les digo de nuevo que oran poco y cuando oran aún no oran con amor y con el corazón. Renueven sus vidas, para que sus oraciones y sus sacrificios sean ofrecidos a Dios de una manera santa. Hagan algo por su salvación y la salvación de sus hermanos y hermanas. No hagan Mi Corazón aún más doloroso de lo que ya está, por mis hijos que son rebeldes y que no aman.

Sean aquellos que consuelan Mi Corazón amando verdaderamente, viviendo una vida en Dios. Gracias por su presencia aquí esta noche. Gracias por sus oraciones. Los bendigo: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Hijo mío, ora, ora, porque Manaus pronto será castigada, por sus terribles pecados cometidos contra Dios. Oren para que este castigo no ocurra, alejándolos con sus oraciones; de lo contrario, cuántas lágrimas se derramarán y cuántos sufrimientos mis hijos tendrán que pasar.

(*) Durante la aparición Nuestra Señora me mostró al mundo rodeado de densas nubes oscuras. Estas nubes representan el mal que el diablo está lanzando sobre la Tierra, debido a la desobediencia de los hombres y a la falta de amor por Dios, alejándose de Su Divina Gracia y de Nuestra Señora.