sábado, 7 de febrero de 2009

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Rodengo Saiano, BS, Italia

¡La paz esté con vosotros!

Queridos hijos, yo soy la Reina del Rosario y de la Paz. Vengo del cielo para rogaros: volved a Dios. Dios os está esperando. Rezad el rosario en familia. Cuántas veces os lo he pedido en mis apariciones por todo el mundo, pero aún no me escucháis, así que os lo pido de nuevo: rezad, rezad, rezad.

No dejéis pasar las gracias del cielo. Dios está siendo tan paciente y tan generoso con vosotros. Os ama mucho. *Amad al Señor con vuestro corazón. Él es la verdadera vida. Si queréis vivir, sed de Dios. Sólo aquel que ama en este mundo es una persona viva. Amad, para que podáis tener la verdadera vida, que es Dios, y para que podáis contemplarlo para siempre por la eternidad un día.

Escuchad mis llamadas como una Madre, porque son cada señal del amor de Dios y mi amor como Madre por vosotros. Con un gran amor vengo del cielo para estar con vosotros. Cuando yo, vuestra Madre, vengo y me encuentro entre vosotros, los ángeles y santos en el cielo se alegran y Dios una vez más mira al mundo con misericordia y aparta su divina justicia. No abuséis de la misericordia de Dios, porque no debe ser despreciada. Es una gran bendición para vosotros y vuestras familias, así como para toda la humanidad. Os amo y llevo vuestras peticiones al cielo. Volved a vuestros hogares con la bendición y la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

(*) Cuanto mayor es el grado de amor, más íntimamente está poseída el alma por Dios. En la unión auténtica, Dios está unido a la esencia del alma. La sustancia de Dios no es otra cosa que su propio ser, él mismo. Él es persona, su ser es ser personal; por otro lado, el ser más íntimo del alma es el corazón y la fuerza de su vida personal y también el lugar propio de encuentro con otras vidas personales. Los contactos de persona a persona sólo tienen lugar en lo íntimo, y es a través de uno de estos contactos que una persona anuncia su presencia a la otra. Es en las iluminaciones sobre los secretos divinos que se abre el íntimo secreto de Dios. Cuando, a través de la comunicación de la gracia, el alma percibe la entrada del ser divino, como una elevación de su propio ser, entonces su entrada en el ser divino se realiza. Dios es amor. Ser poseído por Dios, cuando el espíritu se ha preparado, es inflamarse en amor.