Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

domingo, 14 de septiembre de 2008

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

 

¡La paz esté con ustedes! Queridos hijos, hoy los invito a honrar con su corazón la gran señal de salvación que mi Hijo les ha dado, su cruz. Honrenla en sus hogares y oren ante ella, pues de esta manera recibirán las gracias de Dios. De la cruz de mi Hijo emanan estas gracias para ustedes y sus bendiciones. Sean de mi Hijo uniéndose a sus infinitos méritos de su pasión y muerte en la cruz, levantándose como hombres y mujeres nuevos en la gracia de Dios. Yo, su Madre, los amo y oro por cada uno de ustedes ante la cruz de mi Hijo por la paz y por sus familias. Regresen a sus hogares en la paz de Dios. ¡Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo! Amén!

"¡Qué cosa maravillosa es poseer la Cruz! ¡Quien la posee, posee un tesoro! En este día en que la liturgia de la Iglesia celebra la exaltación de la santa cruz, el Evangelio que acabamos de escuchar nos recuerda el significado de este gran misterio: Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo único para que los hombres fueran salvados. El Hijo de Dios se hizo vulnerable, asumiendo la condición de siervo, obedeciendo hasta la muerte, y muerte en una cruz. A través de Su Cruz somos salvados. El instrumento de tortura que, el Viernes Santo, manifestó el juicio de Dios sobre el mundo, se convirtió en una fuente de vida, de perdón, de misericordia, un signo de reconciliación y paz. "¡Para ser curados del pecado, miremos a Cristo Crucificado!" -dijo San Agustín.

Al levantar nuestros ojos al Crucifijo, adoramos al que vino a asumir los pecados del mundo y darnos la vida eterna. Y la Iglesia nos invita a levantar, honrada, esta Cruz, gloriosa, para que el mundo pueda ver hasta dónde llega el amor del Crucificado por los hombres. Nos invita a dar gracias a Dios, porque del árbol que produjo la muerte, ha brotado de nuevo la vida. Es en este árbol donde Jesús nos revela Su majestad, soberana, nos revela que Él es exaltado en gloria. Sí, "¡Venid, adoremos a Él!" En medio de nosotros está el que nos amó hasta el punto de darnos Su vida por nosotros, el que invita a todo ser humano a acercarse a Él con confianza." Benedicto XVI

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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