viernes, 18 de agosto de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos, Yo soy la Señora del Rosario, la Madre de Dios y su Madre celestial.

Mis pequeños, recen mucho el santo rosario con el corazón. Oren, oren, oren. Jesús, esta tarde, desea mucho su conversión. Oren por la paz para todo el mundo.

Hijitos, el mundo está en gran pecado. Ayuden a su Madre Celestial a convertir a todos aquellos que están lejos de Mi Hijo Jesús. Yo, su Madre, los amo con todo Mi Corazón. Gracias por sus oraciones. Sacrifíquense más por los pecadores. Yo, la Virgen Madre de Dios, los bendigo esta noche: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Hasta pronto!

(¹) En cualquier estado que se encuentre, el alma debe orar. Debe orar el alma pura y hermosa, porque de lo contrario perdería su belleza; debe orar el alma que busca esa pureza, porque de lo contrario no la alcanzaría; debe orar el alma recién convertida, porque de lo contrario volvería a caer; debe orar el alma pecadora, hundida en los pecados, para que se levante. Y no hay un alma que no tenga la obligación de orar, porque toda gracia viene de la oración.(Santa Faustina, Diario, 1136)