jueves, 25 de mayo de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Queridos hijos: Oren, oren, oren. Oren el Santo Rosario todos los días por la paz del mundo y por el fin de la guerra.

Mi Corazón se alegra de verlos a todos aquí orando. Oren, queridos hijos, oren! Oren mucho por esas personas que no aman a Dios y no conocen su amor.

Soy su Madre Celestial, y vengo a traerles mi Paz. Oren, oren, oren. Entréguense a mí, y los guiaré a Jesús. Soy el camino seguro que los conducirá a Él. Abran sus corazones a Jesús. Dejen que Jesús sea todo para ustedes. Los amo mucho, pequeños hijos. Ayúdenme. Los necesito mucho. Lleven mis mensajes a sus familias, parientes y amigos. Oren más. Ayúdenme, pequeños hijos. ¹Los necesito para poder realizar mis planes. Yo, la Señora del Santo Rosario y la Reina de la Paz, los bendigo: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.

(¹) Una vez más Nuestra Señora nos pide nuestra cooperación en la realización de sus planes. Podemos entender aquí que Dios nos permite participar en el plan de conversión y salvación de muchas almas. Así como lo hizo con los apóstoles, los santos, Dios nos llama hoy, a través de Nuestra Señora, a evangelizar, guiar y ayudar a aquellos que están espiritualmente muertos, cegados por el pecado y el diablo. Por eso Nuestra Señora dice en su mensaje ayudarla a realizar sus planes. Nuestra Señora está haciendo su parte, obteniendo para nosotros la gracia de Dios para poder ayudarnos con sus llamados y con sus gracias, ahora nosotros, debemos hacer la nuestra, obedeciendo y viviendo lo que nos pide.