viernes, 24 de diciembre de 2010

Viernes, 24 de diciembre de 2010

Mensaje de Dios Padre dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

Veo una gran Llama sobre un globo terráqueo. Una voz dice: "Soy Dios Padre. Vengo a envolver al mundo con Mi Divina Voluntad que es el Amor Divino. Vengo a corregir y reprender a aquellos que no viven en el Amor Santo."

"Cuando el Verbo se hizo Carne, fue la Voluntad de este Corazón Eterno, que late con amor por toda la humanidad. Mi Hijo vino a salvar cada alma, y a abrir las Puertas del Cielo - las Puertas de la Verdad."

"Hoy, queridos hijos, dadse cuenta de que es la Voluntad de vuestro Padre Eterno - el Uno que os está hablando ahora - la que os coloca en el tiempo y el espacio, y en cada situación en la que os encontréis en este momento presente. Hay quienes se encuentran en posiciones de gran autoridad, estima y poder. Pero no se dan cuenta de que Soy Yo quien les permite estar allí. Han reemplazado su amor por Mí en sus corazones con el amor por todo lo que es pasajero. Visten el pensamiento, la palabra y la acción con falsedades mientras los presentan como verdad a través del título o posición que Yo les he dado. Podrían liderar con la amenaza de represalias. Aquellos a quienes Me dirijo, ¡reconózcanse! Vuestra eternidad depende de ello."

[Ahora la Llama estalla hacia adelante y envuelve el globo del mundo.]

"Cuando estéis de pie en el juicio final ante Mi Hijo, seréis despojados de la riqueza terrenal, el poder, la autoridad y la reputación. No importará quién os haya hecho amistad, haya creído en vosotros o cuánto hayáis sido influyentes o ricos en la tierra. Lo único que importará es la cantidad de Amor Santo en vuestro corazón. Lo he dicho. Debéis vivirlo."

"Se acerca el momento en que cada uno de vosotros tendrá que tomar decisiones difíciles - decisiones que afectarán el futuro del mundo. Elegid seguir Mi Divina Voluntad que es el Amor Santo; entonces Yo apoyaré vuestras decisiones. Os protegeré y os guiaré. Soy un Padre amoroso. Amadme a cambio."

"En todo lo que os estoy diciendo, comprended que nada importa en esta vida excepto vuestra propia salvación que ganáis viviendo en el Amor Santo. El premio ha sido ganado para vosotros, pero depende de vosotros reclamarlo."