miércoles, 24 de febrero de 2010

Miércoles, 24 de febrero de 2010

Mensaje de la Santísima Virgen María dado a la Vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

A.M.

La Santísima Madre dice: "Alabado sea Jesús."

"Queridos hijos, hoy vuestra Madre Celestial viene con amor para ayudaros a comprender completamente la credibilidad de las gracias derramadas en este sitio de favor Celestial y a través de estos Mensajes."

"En estos días, tales gracias a menudo son vistas con corazones envidiosos que inspiran juicios apresurados y el deseo de controlar – incluso abolir. En épocas pasadas, el bien se sopesaba con cualquier aspecto negativo. Pero hoy, los funcionarios de la Iglesia escuchan cualquier opinión negativa y desprecian cualquier gracia genuina y positiva. Esta actitud se adopta con la mirada puesta en el control. El verdadero discernimiento viene a través del Espíritu de la Verdad – no a través de ningún poder o autoridad que busque solo derribar y destruir."

"La carga del discernimiento, por lo tanto, recae en cada individuo. No debéis confiar únicamente en opiniones injustas, sino mirar siempre con los ojos de la verdad la acción de la gracia en este sitio de aparición y en estos Mensajes."

"El Cielo viene aquí buscando la salvación de cada uno y afirmando el deber de cada alma hacia su propia santidad personal. Se os da aquí un camino – el camino que conduce a través de las Cámaras de los Sagrados Corazones. Es un camino claro que conduce a la santificación, si se sigue diligentemente."

"Solo la acción del mal nubla el camino para vosotros. Porque ¿quién más distorsionaría Mi llamado a la vida virtuosa y el resonante llamado del Cielo a la verdad misma?"

"Estas décadas de Mensajes ofrecidos aquí tomarán muchos años de estudio en profundidad antes de que se pueda ofrecer una opinión honesta e imparcial. No permitáis que la luz de todo lo que el Cielo ofrece aquí sea enterrada bajo la cubierta de una opinión apresurada y superficial. Dentro de vuestros propios corazones, queridos hijos, descubrid la verdad."

"Me entristece tener que revelaros verdades como las que tengo hoy. Lo hago por el bien de las almas. Las almas son lo más importante – no la reputación, el ego o el título; estos son pasajeros – la salvación eterna no lo es."

San José dice: "Alabado sea Jesús."

"No os sorprendáis por la franqueza con la que la Santísima Virgen os ha hablado esta mañana. Justamente Ella coloca las intrincadas verdades de estos Mensajes por encima de la protección del poder y la autoridad que elige oponerse a los esfuerzos del Cielo aquí."

"Dadleos cuenta de que el Cielo ha elegido proteger la verdad."