Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

martes, 13 de agosto de 2013

La Santísima Madre habla en la Rosenkranzkirche durante la Noche de la Expiación en Heroldsbach, hacia el

0.30 por tu herramienta e hija Ana.

 

Nuestra Señora dice Amados hijos de María, amados seguidores, amados peregrinos de cerca y de lejos, sed saludados por vuestra queridísima Madre, que os ha esperado en la mayor lucha. Todo está aprobado por el Padre Celestial. Yo, como vuestra Madre, os he protegido. El poder del mal no podrá derrocarte.

Si a Mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros", dice Mi Hijo. Qué tumulto se ha producido ante el Santísimo Sacramento expuesto de Mi Hijo. El hijo y el pequeño de Mi amado sacerdote fueron obligados por la policía a venir conmigo para abandonar la Capilla de Gracia. La oración perseverante de los hijos de Mi amada María a San Miguel Arcángel ha detenido la peor ofensa contra la Santísima Trinidad.

Con lágrimas seguí el malvado espectáculo, amados hijos. Vuestra madre tuvo que ver cómo arrastraban a Mi Hijo ante Pilato. Amad bien a Mi Hijo y expiad en esta noche, pues estos sacrilegios pesan mucho ante el Trono Celestial. El director de este lugar de oración, con su consejo de fundación, que consiguió la ayuda de la policía para llevarse a Mis amados, han pecado gravemente. ¡No saben lo que hacen!

Habéis perseverado, Mis amados, porque un grueso muro de muchas oraciones estaba detrás de vosotros. Este muro no pudo ser atravesado. La santidad y la protección os rodeaban.

Amados hijos, el brazo de la ira ha sido levantado por vuestro amado Padre celestial. Este director del centro de oración no aprovechó la última oportunidad. Su odio a la Trinidad es exagerado y la copa de la ira está rebosando.

Mi hijo dice: "Qué mal debe sobrevenir ahora a este lugar de oración. Mi amor ha sido despreciado más allá de toda medida. He vuelto a recibir golpes de azote, a pesar de que cargué con la pesada cruz por todos para expiar sus pecados".

Tu querida madre se preocupa por ti en todos los sentidos. No tengas miedo, sino lucha con valor contra el mal. La lucha ha terminado victoriosamente. Aún no ha terminado, pues el maligno sigue enfurecido.

Mis queridos luchadores, no os rindáis. Yo estoy con vosotros, pues ¿podría una madre dejar solos a sus hijos? Sufro con vosotros. Pero mientras permanezcáis en el Amor Divino, el maligno no podrá apoderarse de vosotros.

Después de pasar la lucha, mañana podréis volver a casa. Sed bienaventurados, Mis amados, vuestra Madre del Cielo.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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