Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

domingo, 13 de septiembre de 2009

Día de Fátima y del Misticismo Rosa.

La Santísima Madre se despide a la entrada del hogar de peregrinos en Heroldsbach a través de Su hijo y Ana.

 

Querida Santísima Madre, hemos terminado tu camino. Nos has guiado a este hueco y nos has dicho que deberíamos ir al hogar de peregrinos después, donde quieres hablar. En esta confianza, te pedimos que nos digas palabras de consuelo y fuerza aquí desde este lugar donde has llorado en esta estatua de María.

Nuestra Señora dice ahora: Mis amados hijos, Mis elegidos, Mi pequeño rebaño, vosotros, Mis hijos de María, os he tomado a todos bajo Mi manto protector y allí encontraréis seguridad, y finalmente podré guiaros al Padre Celestial a través de Mi Hijo.

Permaneced en el seguimiento de Mi Hijo incluso cuando se os exijan los sacrificios más difíciles. Incluso si tenéis que sufrir la muerte en la cruz, permaneced bajo Mi manto. Podréis sufrir todo si permanecéis en el Poder Divino. A través de vuestro poder humano permanecéis en nada. Pero si reconocéis esta nada dentro de vosotros, se os darán los mayores poderes, a saber, los poderes Divinos. Estos dones los recibiréis, y podréis avanzar en el camino, el camino de la verdad, porque el Padre Celestial solo habla palabras de verdad. Si habéis elegido este camino, lo habéis aprendido del Padre Celestial esta noche, entonces recibiréis las mayores fuerzas y no sucumbiréis a vuestra debilidad humana.

Como sabéis, el mal se enfurece en este lugar también. ¿No soy yo vuestra Madre Celestial, que puede y debe mantener todo el mal lejos de vosotros? ¿Creéis en esta Madre Celestial? ¿Creéis en Mí y en Mis fuerzas, que os impartiré? Puedo dejar que las corrientes más profundas de gracia de amor fluyan en vuestro corazón. Llevad estas corrientes de gracia con vosotros a vuestra ciudad natal. Allí podéis distribuirlas. Podéis bendecir a las personas que os encontréis y ellas os agradecerán. Recibiréis aromas, aromas de poder.

Según el juicio humano, sucumbiríais a estas hostilidades. Pero yo soy la Madre Celestial y Reina. Ciertamente os dejaré avanzar. Ahora me despido de vosotros y pido fuerzas especiales para el camino a casa - fuerzas del cielo. Progresad valientemente con vuestra queridísima madre, que ha sufrido el sufrimiento más severo. Aferraos a Mi Inmaculado Corazón y consagraos a Mí y a vuestros seres queridos.

Ahora la Madre Celestial, la Reina Rosa de Heroldsbach, con todos los ángeles y santos, os bendice. Sed bendecidos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Permaneced en el Amor Divino y en la Fuerza Divina! Sois amados desde la eternidad. Sois bendecidos y enviados. Amén.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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